
El síndrome de Guillain Barré
El síndrome de Guillain Barre es una enfermedad desmielinizante rara que afecta al sistema nervioso periférico, es decir, a los nervios y raíces nerviosas, por lo que se altera la sensibilidad y el movimiento de las extremidades y el rostro.
De forma característica, su inicio es agudo, en pocas horas o días. En su forma más típica, comienza con sensación de adormecimiento (parestesias) en los pies y/o manos y, en pocas horas o días, dicha sensación asciende hasta las rodillas y codos (en guante y calcetín). Los días siguientes se afectará la capacidad de deambular y aparecerá debilidad en manos y pies. Si la enfermedad se hace severa, entonces no será posible mantener la marcha ni mover las extremidades y, por último, se debilitarán los músculos respiratorios, entrando en un estado de insuficiencia respiratoria que requerirá ventilación mecánica. Esta descripción es una generalidad, en realidad, el cuadro clínico es muy variable en cada persona. En algunos solo se presentará sutil sensación de parestesias en manos o pies sin otra manifestación. En otros pacientes se dará importante debilidad sin insuficiencia respiratoria. En una minoría, el cuadro será tan severo que en menos de un día tendrá que estar conectado a un ventilador mecánico.
Luego de que la enfermedad llega a su máxima severidad (lo que es variable en cada paciente, como ya se dijo) comienza un gradual proceso de recuperación que dependerá, sobre todo, de la severidad del cuadro clínico. Mientras más severo sean los síntomas, más probable es que quede con alguna secuela. Esta recuperación es mayor si el paciente recibe tratamiento hospitalario.
No se conoce la causa exacta de esta rara enfermedad. Se ha asociado estadísticamente con una infección viral o bacteriana los días previos al inicio de los síntomas, y se postula que se genera una reacción inmunitaria cruzada frente a dicho germen, de tal manera que el mismo sistema inmunológico genera la inflamación de la mielina de los nervios periféricos.
Por fortuna, esta enfermedad es autolimitada y no se repite. Esto quiere decir que, si el paciente presenta una recuperación total o parcial, no tiene por qué temer de que sus síntomas se volverán a presentar.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, es decir, considerando solo los síntomas del paciente y su examen físico. Si existe duda o se quiere demostrar el diagnóstico, se puede realizar un examen de electromiografía para demostrar el daño de los nervios periféricos o una punción lumbar para demostrar la inflamación del sistema nervioso.
Por el Dr. Alejandro Calvo (derechos reservados).

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