
Neuralgia del trigémino y dolor facial

Como su nombre lo dice, la neuralgia del trigémino es una neuralgia (es decir un dolor de tipo neuropático) que sucede en el nervio trigémino, que está ubicado en el rostro.
El dolor de tipo neuropático se diferencia de los dolores somáticos (de la piel, las articulaciones o los músculos) y de los dolores viscerales (dolor generado en los órganos internos), en que el dolor neuropático presenta con frecuencia síntomas acompañantes que lo hacen peculiar. Por ejemplo, en muchas personas con dolor neuropático es frecuente la alodinea, que es la aparición de dolor ante estímulos no dolorosos. Sucede con frecuencia ante el contacto con el agua, el contacto con las prendas de vestir, entre otros. También puede acontecer todo lo contrario, es decir, la hipoestesia, en la que la persona pierde la sensibilidad de la parte afectada (pero siente dolor, aunque parezca paradójico). Las parestesias (sensación de adormecimiento) también ocurren con cierta frecuencia.
En su forma típica, la neuralgia del trigémino se presenta a través de ataques paroxismales (es decir que se presentan de un momento a otro y que duran segundos o pocos minutos) de dolor muy intenso (muchas veces intolerables en los que el paciente debe interrumpir sus actividades) y que pueden ser precipitados por la estimulación de puntos específicos de la cara o la cavidad oral que funcionan como “gatillos” del dolor. Por ejemplo, se reporta con cierta frecuencia que el cepillado de los dientes puede desencadenar el dolor, o al deglutir, o al afeitarse el rostro en el caso de los varones. Por tal motivo, no es raro que el paciente trate de evitar de muchas maneras el punto gatillo; hemos visto casos incluso de hombres que prefieren dejarse la barba por dicho motivo.
La neuralgia del trigémino casi siempre afecta a solo un lado de la cara. Y dentro de dicha hemicara, lo habitual es que solo duela una de las tres ramas de este nervio (la rama superior que tiene que ver con el ojo, la rama intermedia que está a la altura de la nariz, o la rama inferior que se encuentra por la mandíbula).
Si el dolor facial es bilateral, o no se presenta a través de paroxismos de dolor, sino que es persistente en el tiempo, o si no es muy intenso, o si no presenta puntos gatillos, debería dudarse de que el diagnóstico sea neuralgia del trigémino y debería plantearse la posibilidad de estar frente a un dolor facial atípico, que es un trastorno del dolor facial que es diferente a la neuralgia del trigémino aunque su manejo pueda ser parecido.
El diagnóstico de la neuralgia del trigémino se hace por exclusión, es decir, es necesario descartar otras enfermedades que puedan similar una neuralgia del trigémino. Entre ellas tenemos los problemas dentales como abscesos dentarios, las sinusitis, los problemas de la articulación témporo-mandibular, tumores que estén comprimiendo al nervio, lesiones postoperatorias o esclerosis múltiple. Con frecuencia se requiere ayudarse de una resonancia magnética de encéfalo para corroborar la sospecha diagnóstica.
El tratamiento es inicialmente con medicamentos, pudiendo usarse combinaciones de estos si no se logra una respuesta satisfactoria con un solo fármaco. Si los medicamentos no calman por completo el dolor, y la persona está discapacitada por dicho motivo, puede valorarse la opción quirúrgica.
Por el Dr. Alejandro Calvo (derechos reservados)
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